LA CARA QUE NOS MIRA DESDE EL CUADRO
Jorge
Etcheverry
El cuadro estaba casi terminado. No
el cuadro. El relieve más bien. Usaba una base de pasta para rellenar grietas
que al secarse era casi indestructible. Luego con tintas chinas, óleo o
acrílicos y cera común lograba una patina que imitaba a veces una piedra casi
planetaria en su antigüedad, que hubiera sido coloreada y formada en eones ya
idos por alguna raza de dioses. El largo tiempo que tomaba finalizar cada una
de estas obras y que incluía la benevolencia del tiempo –los días húmedos
retrasaban el secado y por tanto la aplicación de la pátina final– hacía que no
fueran comercialmente viables. Así y todo, esa gran figura de matices de piedra
roja que miraba al espectador en primer plano era indiscutiblemente femenina,
con abundantes marcas corporales genéricas, una sensual e inescrutable
divinidad hindú, cuya parte posterior se complicaba y extendía en figuras
vagamente animales, unas alas atrás, casi por encima. Una ciudad insinuaba
ángulos bizarros en al fondo del cuadro, pero entremezclada con insinuaciones
de ámbitos naturales, la mar y el cielo. De allí brotaba esa figura y en primer
plano esa cara de expresión inescrutable y, sin embargo, preñada de sentidos
como prestos a abalanzarse sobre quien miraba, viniendo desde el caos
multiforme y fragmentario del fondo. Absorbido en su trabajo minucioso,
puliendo delicadamente con paños felpudos cada ángulo, plano y curva dejaba
pasar los días sin encender la televisión, ni salir a comprar periódicos, ni
revisar su correo electrónico, pidiendo por teléfono comida oriental baratísima
de un restaurante vietnamés del barrio chino en que vivía en un minúsculo
departamento. Luego cuando comenzaba a oscurecer salía al bar más cercano y
tomaba demorosamente vino o cerveza para luego volver a su cuchitril-atelier
tratando de desoír los comentarios sobre la situación cada vez peor no sólo en
este país, sino en el mundo cruzado por conflictos económicos y religiosos, de
aniquilación ambiental y amenazas de guerras atómicas que parecía desovillar su
siniestra trama con un tempo cada vez más acelerado. Esa noche despertó de
repente luego de soñar con esa cara roja del relieve o cuadro, con ojos
abiertos de un color oro, no con las cuencas negras y sin definir de la
pintura, de alguna manera más profundas e intensas que una mirada, que le decía
que ella era la Diosa Roja de lo que se venía perfilando como la trasposición
en el mundo real de ese mismo fondo confuso y fragmentario de la pintura, que
eran los desechos de un mundo que ella había cubierto con sus alas y que ya no
era más. Y le decía que su nombre era Kali y que él era el sacerdote que la
había invocado y traído a reinar, y su esposo y amante, la otra mitad de esa
hierogamia que compondría ese nuevo universo oscuro y luminoso que brotaría de
su unión mientras él despertaba con el
infernal estruendo que se extendía por la ciudad, medio sabiendo que era el
preludio de un fin que se repetiría con mayor aceleración hasta este acabo de
mundo, que la razón le susurraba no era producto de la diosa ahora con nombre
desde el cuadro terminado, sino producto de la historia, de larga germinación y
absolutamente independiente de lo que un pintor drogadicto bipolar pudiera
conjurar desde un desván en el barrio chino de una ciudad norteamericana.
Jorge Etcheverry Arcaya, poeta, editor, editor y
traductor nacido en Chile. Vive en Canadá. En Chile fue miembro de los
colectivos de poesía Grupo América y Escuela de Santiago. Sus textos han sido
publicados en varios países, incluyendo poesía, crítica, ficción literaria,
ensayo y ciencia ficción. Sus últimos libros son Clorodiaxepóxido (Chile 2017),
Canadografía: antología de prosa hispanocanadiense (Chile 2017), Los herederos
(2018), Samarkanda (Canadá 2019), Outsiders (2020). Recientemente ha contribuido
a las antologías Wurlitzer. Cantantes en la memoria de la poesía chilena (Chile
2018), Antología de la poesía chilena de la última década (Chile 2018),
Antología mundial: la papa, seguridad alimentaria (Bolivia 2019), y Anthologie
de la poésie chilienne, 26 poètes d 'aujourd'hui (Francia 2021). Entre sus
últimas publicaciones en revistas se cuentan textos en La Pluma del Ganso
(México 2018) y Entre Paréntesis (Chile 2022).
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